Una vida para recordar
La primera mujer periodista de la Provincia de Alicante ha entrevistado a muchos políticos que actualmente pertenecen a la historia de España, ha trabajado 30 años en la profesión y actualmente, aunque jubilada, continúa con sus proyectos y sus trabajosAlba Carrillo / Alicante
“Desde pequeñita siempre he querido ser periodista porque de siempre me ha gustado mucho contar historias”. Pirula Arderius Casas, nació en octubre de 1940 en Santa Cruz de Tenerife donde pasó sus primeros meses de vida porque su madre era canaria y su abuela también. Su padre era militar, por ello tuvieron que instalarse en ciudades como Málaga, Zaragoza y Valencia. Estudió en el Colegio Privado Sagrado Corazón de Zaragoza, donde entró con cuatro años y salió con 17. La periodista asegura que era tan pequeña y traviesa que se llama Pilar pero desde el Colegio todo el mundo la llama Pirula. A Pirula Arderius siempre le ha gustado leer y tanto es así, que estando en el Colegio -etapa en la que poetas como Miguel Hernández estaba prohibido leerlos porque en el periodo franquista en España no podían leerse libros de autores cuya ideología perteneciera a la izquierda consiguió hacerse con un libro del autor gracias a una monja del Colegio que se lo facilitó tras hacerle leer más de tres libros distintos y escribirle una reseña de cada uno de ellos con el fin de demostrarle que realmente quería leer a Miguel Hernández y que no era sólo una tontería de niña, así lo demostró y por tanto consiguió hacerse con el libro del poeta.En la etapa de la que habla -1954- tanto la religión como la política eran temas prohibidos en el Colegio, no se podía hablar de nada relacionado con ambas cuestiones. Pirula, como muchas niñas a los 14- 15 años, fue traviesa en el Colegio. Cuenta –entre risas- que en su clase de sólo chicas inventaron un día para poder ir como ellas quisieran, lo llamaron el día de ‘Santi Moteo’. Escogieron este día para poder hacer cosas distintas como, soltarse el pelo en clase, hacer las faldas del uniforme más cortas o teñirse el pelo de rubio con agua oxigenada. Pirula asegura:” llevábamos a todas las monjas de cabeza pero en el fondo lo pasábamos genial y ellas también”.
A lo largo de su infancia veraneó en Figueres, lugar de nacimiento de la familia de su padre donde también residía el conocido pintor Salvador Dalí quien a la vez es padrino de Pirula. Su abuelo era el único médico en Figueres y el padre de Dalí era el notario del pueblo, según cuenta Arderius, ambos se conocían desde pequeños y cuando ella nació Dalí quiso ser su padrino y junto a él ha pasado muchos veranos de su vida. Según la periodista, “Salvador Dalí era una persona muy normal, siempre me contaba cuentos y tenía una memoria extraordinaria. Gracias a él yo he conocido cosas de mi familia que nadie me había contado porque nadie se acordaba de pequeños detalles, además en mi familia tampoco se hablaba mucho porque mi padre era un militar muy cerrado”. Según Arderius, Dalí tenía mucho sentido del humor, “los cuadros en su casa eran muy abstractos, él hizo muchos bocetos míos porque me utilizaba de modelo para hacerlos en su espacio de trabajo. A mi parecer Dalí estuvo dominado desde que conoció a su mujer, Gala, ella era siempre la que decidía todo y la que poseía el mando en su familia”.
Tras el Colegio se fue a Valencia. Ella tenía muy claro lo que quería ser, Periodista. Sin embargo, su padre, militar introvertido, no quería que su hija fuera periodista y para asegurarse de que realmente era lo que ella quería hacer y que no se trataba de un capricho, la mandó a Valencia a trabajar al Diario Jornada, donde trabajaba un amigo de su padre, el conocido Pepe Barberá, padre de la actual Alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Allí estuvo un año, al mando de Pepe Barberá que le mandó los trabajos más duros a ella para asegurarse él también de que realmente ella valía para esta profesión. Al pasar la prueba impuesta por su padre y Barberá, Pirula se fue a Madrid. Por fin a estudiar lo que ella quería, periodismo. Estuvo los años 1964, 1965 y 1966 en la Escuela Oficial de Periodismo de la capital. Entonces, sólo había 30 plazas por promoción en la que ella entró. Pirula cuenta que cuando llegó pensó que no habría muchas chicas pero fue una sorpresa para ella encontrarse casi con más chicas que chicos en su promoción. Para Arderius fue una etapa muy feliz de su vida porque afirma que en lugar de encontrarse sola y sentirse discriminada por los hombres -porque en aquel momento no era habitual encontrarse a mujeres estudiando o trabajando- se sintió más arropada que nunca por dos motivos: primero porque era la más pequeña de la promoción y nunca la dejaban sola, ni tan siquiera para ir al médico y segundo, porque al no ser muy común que las chicas trabajaran o estudiaran provocó que la apoyaran todavía más. En Valencia sin embargo, sí que se encontró con personas del gremio que no creían en ella por el hecho de ser mujer. Según Pirula,”a la gente le costaba mucho aceptar que una mujer ocupara un puesto de trabajo como periodista. En numerosas ocasiones tuve que llamar a mi periódico para que dieran el permiso de que me dejaran entrar a los eventos que debía cubrir y sólo porque no había costumbre de ver a mujeres trabajando”.
Tras su experiencia en Madrid, fue a Alicante, donde desde 1968 hasta la actualidad ha vivido. En 1968 comenzó a trabajar en el Diario Información de Alicante y en ese mismo lugar, se prejubiló en 1995. Fue el primer diario de la Provincia de Alicante que dio la oportunidad a una mujer de trabajar como periodista. Pirula Arderius, gran profesional del periodismo, ha pasado casi 30 años de su vida como profesional de la información en el diario más importante de Alicante. En él, encontró el apoyo de sus compañeros, de su jefe y de sus maestros. Quienes realmente le dieron la ocasión de aprender y de formarse en el mundo periodístico. Gracias a este diario, Pirula Arderius ha entrevistado a políticos de la talla de Adolfo Suárez o a artistas como Mick Jagger, uno de los componentes de The Rollong Stones.
Historia política
A Pirula Arderius la incorporaron en el área de política en el periódico Información. En la etapa de la transición, tuvo la ocasión de entrevistar a numerosos políticos importantes en aquél momento y que actualmente forman parte de la historia de España. El primero de ellos fue Adolfo Suárez, quién le presentó a Carrero Blanco para entrevistarle en la playa de Orihuela. Según la periodista, ambos eran encantadores de serpientes. Eran muy amables, muy educados y muy listos. Reconoce que a ninguno pudo sacarle información que no fuera oficial porque todos los políticos llevaban la lección muy bien aprendida y no había manera de hacerles salir de su teoría previamente estudiada. Para Pirula, Suárez se llevó la peor parte de la transición y a su parecer, lo llevó de la mejor forma que entonces se podía. Gracias a él, tanto Fraga como Carrillo consiguieron unirse, algo que parecía imposible ya que el primero era el Presidente fundador del Partido Popular y el segundo Secretario General del Partido Comunista de España. Según Pirula, Santiago Carrillo parecía una locomotora hablando porque era hiperactivo. Arroyaba con sus manos porque gestualizaba mucho y no había forma de seguirlo. Otro de los entrevistados por Arderius fueron Felipe González y Alfonso Guerra de los que al igual que el resto, afirma que los podías distraer un poco pero todos “te vendían la moto”.
Cuando el 23 de febrero de 1981 Antonio Tejero dio el Golpe de Estado, Pirula Arderius se encontraba en Alicante trabajando. Asegura que cuando se enteró de la noticia sintió miedo y así fue porque según Arderius “Tejero ya lo había intentado anteriormente y pensé que esta vez sería la definitiva porque bien es sabido que el rey es profundamente militar”. Ese día, durante la investidura del candidato a la Presidencia del Gobierno Leopoldo Calvo-Sotelo, se produjo la toma del Congreso de los Diputados por parte de fuerzas de la Guardia Civil al mando del teniente coronel Antonio Tejero. Simultáneamente en la Capitanía General de la III Región Militar (Valencia) el teniente general Jaime Milans del Bosch ocupó las calles de la ciudad con tanques. Según Pirula, éste último era muy amigo del Rey y veía la situación cada vez más complicada. “Sin duda hay más de lo que se ha dicho hasta ahora, creo que al Rey le tuvo que costar mucho convencer a los militares para que no se sublevaran con Tejero”.
Tras el fallido golpe de estado, los militares implicados fueron a la cárcel pero según Arderius “de la trama civil nunca se ha sabido nada, ni Tejero, ni Armada ni Bosh han hablado nunca del papel del Rey en aquél momento y no lo han hecho porque eran grandes amigos y por la disciplina militar de hecho, el General Armada aseguró que se iría a la tumba con todo” En la etapa franquista, los militares tuvieron mucho poder político y los militares sabían que si España se consolidaba como un país democrático perderían todo ese poder que Franco anteriormente les había otorgado, por ello, vieron factible un golpe de Estado que afortunadamente quedó en un intento. Según la periodista, gracias a que el Rey no aceptó la propuesta de Tejero España es hoy un país de derechos y democrático. “Hoy por hoy es imposible un golpe de estado porque actualmente los militares están involucrados en el tejido social, son unos ciudadanos más que buscan la paz y viven como los demás sin privilegios ni aislamientos”.
Más trabajo
Actualmente Pirula Arderius tiene 70 años y no deja de trabajar ni un solo día en lo que a ella siempre le ha gustado, el periodismo. Cada martes participa en un programa de radio en Onda Cero llamado Tertulia de Actualidad. Es Vicepresidenta de la Asociación de Prensa Alicantina y además, también imparte cursos de la escuela permanente en la Universidad de Alicante. Se trata de un programa que consta de 120 temas de los cuáles Pirula escoge los temas más interesantes, normalmente los elige sociales, de arte, política, etc. Son unas 40/50 horas de curso que Arderius imparte con todo el gusto del mundo porque como ella decía al principio de todo … “siempre he querido ser periodista porque desde pequeña me ha gustado contar historias”.